FRANCISCO EN PERSPECTIVA FILOSÓFICA Y GEOPOLÍTICA | Por Nicolás Canosa

Exposición de Nicolás Canosa. Sociólogo UBA. Director de RRII del CENAC e integrante de la Comisión de Integración Regional del Instituto PATRIA
Para la formación política "Francisco en Perspectiva Filosófica y Geopolítica, a cinco años de Laudato Si" de la Organización Nacional Peronismo Militante Buenos Aires, Regional Noroeste

    Mis aportes en esta tarde van a ir en dos órbitas que nosotros trabajamos mucho en el CENAC, la filosofía y la geopolítica. Voy a empezar por la geopolítica, aunque debiera empezar por la filosofía, porque los fundamentos de una política exterior siempre parten de posiciones y visiones filosóficas, pero me parece que, para el planteo de hoy, es mejor metodológicamente hacerlo al revés.


Contexto que transitamos

    Luego de la crisis del 2008 (y ahora todavía más con la pandemia) se evidencia un paradigma que comenzó a intensificarse en los años ’70, caracterizado por el predominio del capital financiero por sobre el productivo, en el cual los países latinoamericanos comenzaron a transitar el endeudamiento externo como un problema estructural que todavía hoy persiste. Esta suerte corrió no solo para los países de la región latinoamericana a la cual pertenecemos, sino también para otras zonas del tercer mundo e incluso, hubo países de Europa que también sufrieron mucho este proceso, donde el capital financiero fue la primacía en términos geopolíticos y geoeconómicos, pero también culturales, porque detrás de ese predominio financiero hay una visión de la vida, de las relaciones políticas y sociales que promueve y le da cimientos a que ese paradigma avance.


Francisco en este contexto

    Creo que hay pocos líderes a escala internacional que cuestionen el sistema financiero con la vehemencia y con la claridad con la que lo hace Francisco. Es un actor geopolítico mundial porque está asentado en la conducción de una institución que posee escala universal, tiene territorialidad en la mayoría de los países del planeta e interpela a millones de personas, con lo cual creo que este aspecto es de suma relevancia. Que todas esas posturas y visiones estén planteadas desde ahí, hace que tenga un impacto mucho mayor que la palabra que pueden tener otros líderes que representan un Estado en particular.

    También creo que es muy importante la sintonía que hoy vemos entre Alberto y Francisco cuando plantean “Nadie se salva solo”, cuando postulan a la solidaridad como el principal eje de cohesión y de construcción en esta etapa, porque hay una relación mutua y puntos desde donde apalancarnos para reconstruir un orden internacional más digno y equilibrado en términos de poder. Creo que se abre una ventana de oportunidad, aunque no está definido, ni va a estar regalada la posibilidad de que construyamos un orden más justo a escala internacional; tanto entre los hombres y mujeres como también con la naturaleza, con el cuidado de la casa común, como plantea Francisco en Laudato Si.

    Por otra parte, quiero recalcar un hecho que para mí es significativo, y que marca su modo de intervenir geopolíticamente, que es su primer acto fuera de Roma, en el año 2013, que fue ir a la Isla de Lampedusa, al sur de Italia. Y ¿Qué hizo ahí? ¿Por qué ese lugar? ¿Por qué no preguntarnos por qué fue ahí su primer acto? Los que estudian la historia del Vaticano dicen que la primera salida de Roma marca mucho el significado que va a tener el papado. Francisco va a la isla de Lampedusa que es donde se mueren muchísimas personas a causa de las guerras que hay en Medio Oriente. Y él, en ese día, tira una ofrenda de flores al mar y denuncia el cementerio humano en el que se estaba convirtiendo el Mar Mediterraneo, y después, podemos ver otros hechos como recibir refugiados sirios en el Vaticano y múltiples intervenciones que han puesto en tela de juicio las intervenciones de la OTAN, de occidente, en una región tan sufrida. 


Laudato Sí, ecología y mirada geopolítica

    Ahora voy a pasar a Laudato Si, y ahí ya entrar más en la cuestión filosófico-cultural del pensamiento de Francisco. Laudato Sí es, por supuesto, un libro que se centra en la cuestión ecológica pero no desde una mirada naif, o solamente voluntarista, de como abordar los problemas medioambientales que hoy tiene el mundo. Por eso, quería leer un párrafo para ver como está en esta cuestión una mirada profundamente geopolítica y que dimensiona las principales aristas para pensar estas cuestiones. Francisco dice “[…] un delicado equilibrio se impone a la hora de hablar sobre estos lugares como el Amazonas, porque tampoco se pueden ignorar los enormes intereses económicos internacionales que, bajo el pretexto de cuidarlos, pueden atentar sobre las soberanías nacionales. De hecho, existen propuestas de internacionalización de la amazonia que solo sirven a los intereses económicos de las corporaciones transnacionales.”

    Ahí vemos como, respecto a un tema que para nosotros es muy cercano y que atraviesa a 9 países de América del Sur, no al nuestro, pero que nos interpela debido a que una de las razones por la cual podemos respirar depende de ese pulmón que es el Amazonas con su biodiversidad. También nos toca por como está avanzando el gobierno de Bolsonaro en la deforestación y en la utilización del Amazonas para un pilar de su sostén de gobierno que son los agro-negocios; que es una de las patas, junto a un sector de las fuerzas armadas, junto a un sector, no la totalidad, de los evangélicos que apoyan a Bolsonaro (con Edir Macedo a la cabeza), y después, el pilar financiero representado en Paulo Guedes, su ministro de economía, de la Escuela de Chicago, como muchos que generaron tantos problemas en las economías de nuestro continente.

    Y partía de acá para que miremos, desde esta perspectiva, la cuestión de cómo cuidamos la casa común, para lo cual hay que tener en cuenta estos actores y sectores.


    Antes de pasar a la parte final, quisiera hacer algunos comentarios respecto a los textos recomendados para hoy. Por un lado, uno de Nerio y Matías Mattalini, otro gran compañero de la UNLa, que escribieron un capítulo del ATLAS histórico de América Latina y el Caribe, para meterse más en la historia de los sectores que pujaron por la liberación dentro de la Iglesia Católica en América Latina. Un texto que realiza un recorrido histórico interesante para ahondar y para comprender figuras que nosotros reivindicamos mucho, como el Padre Mugica, Monseñor Romero o Enrique Angelelli.

    También recomendé un texto que escribí sobre el Papa como actor geopolítico en relación a Medio Oriente para el Congreso de Filosofía de la UNLa y, en tercer lugar, los capítulos principales, para mi como militante, de Laudato Si que es el Capitulo 5 de esta encíclica, “Las líneas de orientación y acción”, que igual vale la pena leerla completa. 


Kusch y Francisco: cultura y política

    Mi propuesta, para ir cerrando, es pensar la cultura desde el filósofo que para Francisco es el mejor filósofo argentino, Rodolfo Kusch. Él plantea la cultura como modo de habitar el mundo y como estrategia para desarrollar la vida. Y Kusch, en la “Geocultura del Hombre Americano” plantea que no hay forma de disociar a la cultura de la política porque la política es la que establece la forma de relacionarnos entre los seres humanos y entre las distintas sociedades entre sí. Es por eso que para mí, en Francisco y en Laudato Si, no sé si inconsciente o conscientemente, hay una forma de relacionar estos dos autores: Francisco y Kusch. En la propuesta de Francisco está presente la conversión cultural y un llamado a la política para que tome en serio estos asuntos, porque se nos juega el destino como comunidad internacional. Llama al diálogo entre los países, llama al diálogo interreligioso —hay varios apartados que llama a las distintas religiones a conversar y profundizar sobre estos asuntos— y, fundamentalmente, llama a la acción. Y cuando llama a la acción interpela a la política, y entonces yo ya ahí veo ese hilo que hay entre Kusch y su forma de ver la cultura, con Francisco en su propuesta en Laudato Si, que cumple cinco años y en estos últimos días hubieron miles de actividades para reflexionar y volver a traer sobre la mesa estas cuestiones.

    Nosotros estamos en esta charla buscando promover que esa discusión este presente, afirmando que no es solo el ambiente una cuestión para los ecologistas, sino que es fundamentalmente para las organizaciones políticas, para los militantes, es un tema que tenemos que prestar atención. Y con respecto a esto, quiero leer otro pasaje. Francisco dice: “Si la política no es capaz de romper una lógica perversa y también queda subsumida en discursos empobrecidos seguiremos sin afrontar los grandes problemas de la humanidad. Una estrategia de cambio real exige repensar la totalidad de los procesos, ya que no basta con incluir consideraciones ecológicas superficiales mientras no se cuestione la lógica subyacente en la cultura actual. Una sana política debería ser capaz de asumir este desafío". 

    En este punto es que centra un cuestionamiento muy profundo acerca de los supuestos que rigen hoy la economía internacional, donde él plantea la no idolatría al dinero, no a la economía que mata. Estos son conceptos que el vierte en estas encíclicas que después se distribuyen en todos los idiomas, para que las lean distintas personas del planeta, y creo que nuestra tarea es profundizar en cada uno de estos aspectos porque para nosotros la formación es fundamental.

    Y, para terminar, quiero leer este cuestionamiento que hace en Laudato Si a las finanzas, al sistema financiero. Cito: “Las finanzas ahogan a la economía real. No se aprendieron las lecciones de la crisis financiera mundial y con mucha lentitud se aprenden las lecciones del deterioro ambiental. En algunos círculos se sostiene que la economía actual y la tecnología resolverán todos los problemas ambientales, del mismo modo que se afirma, con lenguajes no académicos, que los problemas del hambre y la miseria en el mundo simplemente se resolverán con el crecimiento del mercado. No es una cuestión de teorías económicas que quizás nadie se atreve hoy a defender, sino de su instalación en el desarrollo fáctico de la economía. Quienes no lo afirman con palabras, lo sostienen con los hechos cuando no parece preocuparles una justa dimensión de la producción, una justa distribución de la riqueza, un cuidado responsable del ambiente o los derechos de las generaciones futuras. Con sus comportamientos expresan que el objetivo de maximizar los beneficios es suficiente, pero el mercado por si mismo no garantiza el desarrollo más integral, ni la inclusión social”.



Pensamiento en acción

    Acá está uno de los pilares de porqué una de las verdades peronistas es que somos profundamente humanistas y cristiano, así como la justicia social es la categoría máxima y nuestro objetivo estratégico. Y me parece que acá, está como telón de fondo esto y por algo yo creo que también Francisco convocó a un encuentro de jóvenes en Asís para pensar una nueva economía, una economía con rostro humano. Yo creo que es un líder que va a tener mucha vigencia como la tiene hoy el pensamiento de Perón. Nerio en el libro “El pensamiento de Francisco” plantea que Francisco es una persona que anuncia, y uno puede ver que en Laudato Si, como en Evangeli Gaudium o en la propuesta de una nueva economía, ve cuestiones que hoy se ponen en tela de juicio por la pandemia que estamos transitando. (Francisco, por dar un ejemplo, ya organizó un espacio dentro del Dicasterio de Desarrollo Humano Integral, que sería como el Ministerio de Desarrollo Social en la lógica de Estados Nacionales, para pensar la pospandemia).

    La propuesta, en definitiva, que nosotros ya la estábamos pensando antes, se centra en discutir la cuestión del rol del estado, de como organizar la economía o el cuidado del Amazonas. Otro ejemplo: el Sínodo de los Obispos para la región Panamazónica estaba organizado ya hacía varios años, por eso Bolsonaro espiaba a los obispos brasileros, y esto pasó antes de que en agosto del año pasado se haya puesto en los medios internacionales como se estaba quemando el amazonas. Por eso hay una cuestión de pensamiento estratégico, y de anunciar, y de llamarnos a la acción, que es lo principal. Hay que transformar, no vasta solo con reflexionar y pensar. Por eso, el pensamiento en acción como decía el General Perón, es nuestro deber.

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