En esta oportunidad entrevistamos a Federico Gastón Corral, Responsable Político de Peronismo Militante Tres de Febrero. La intención es hacer un breve recorrido sobre su experiencia como militante, cómo fueron sus acercamientos a la política, qué significa militar en una organización que tiene como eje la disputa de sentido y cuáles son los objetivos que debemos replantearnos como militantes. En sus reflexiones sobre su experiencia destaca la belleza de poner el cuerpo a un proyecto colectivo, el fundir el yo en un nosotros, el recordar a nuestros caídos que lucharon por una Patria justa, libre y soberana, y la importancia de nuestro mandato histórico: la Liberación de nuestra Patria.

En primer lugar, ¿Cómo fue ese primer acercamiento a la organización, al PM? ¿Cómo fue tu comienzo en la militancia dentro del PM?
F: Yo creo que empieza con el interés por la política, por la cosa pública y todo ese mundo. Empezó de chico, mi papá era canillita, diariero, y todos los domingos traía los diarios Perfil, Infobae, Clarín. Yo veía solamente dos secciones: deportes y política sin profundizar demasiado en aspectos ideológicos o partidarios. El clic comienza con la Ley de Medios en 2009, ya en mi anteúltimo año de escuela secundaria, cuando me empecé a preguntar ¿Por qué hay un multimedio que es el que maneja toda la comunicación? ¿Por qué no hay pluralidad de voces? ¿Por qué además manejan otros holdings empresariales? Ahí empecé a visibilizar que existe una división en Argentina, entre los que somos Pueblo y los que son oligarquía, los que somos nacionalistas y los que son cipayos, entre los que amamos y los que odian. Todo ese clima de época me permitió tomar un posicionamiento ideológico más cercano al peronismo, me empezaron a interesar las ideas progresistas de la época como el Matrimonio Igualitario o la Ley de Medios. No obstante, el punto de inflexión para mi generación política fue el 27 de octubre de 2010 cuando muere Néstor Kirchner. Fue un antes y un después para muchos de nosotrxs. Yo provengo de una familia que no habituaba a discutir política, de una escuela secundaria que carecía de cultura política y por lo tanto era complejo afirmar una identidad política. Pero ese 27 de octubre para mí fue una bisagra. Néstor fue reivindicado por propios y ajenos, el Pueblo salió masivamente a homenajearlo por su esfuerzo inclaudicable para levantar a la Patria. Y es en ese momento donde pude visualizar la importancia de Néstor, lo que había logrado. Para ese entonces, como decía antes, yo ya tenía una mirada profundamente crítica a los sectores de poder concentrado –a partir de la 125, la ley de medios, grupo Clarin-, pero es ese 27 de octubre donde hay un quiebre.
Ese quiebre se profundiza en el 2011 con mi ingreso al CBC. Eran tiempos de mucha discusiones políticas, donde los jóvenes volvían a ver a la política como esa herramienta para modificar la realidad y empezaron a surgir nuevas organizaciones, todas con un fin común: organizar al Pueblo para defender al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Éramos una generación que veíamos al kirchnerismo como la continuación del peronismo. A mediados del 2011 me sumo junto al Peronismo Militante para militar la campaña presidencial de CFK 2011. Soy parte de una generación que decide involucrarse y tomar un posicionamiento político, principalmente. Por un lado, por todas esas conquistas -que para nosotros eran hasta naturales por momentos-, pero también porque pudimos visualizar al enemigo de aquél entonces. Queríamos ser parte de una épica, que era enfrentarse a esos poderosos, que habían sido invisibilizados y que por primera vez eran señalados. Y lo hicimos con la fuerza del amor, la fuerza del Pueblo que logró ese 54%.
¿Qué significado le das a la militancia? En esta cuestión de militar por un proyecto nacional y popular o un proyecto de Patria, ¿Qué rol tiene el militante y la militancia?
F: Hay una frase en una pared que me dejó marcado. No sé si es la frase que más representa a la militancia, pero de chico la veía y me hacía ruido. Era por el 17 de noviembre, el día del militante, y decía: “Militante es aquél que elige ser esclavo de una causa noble para que su Pueblo sea libre”. Tal vez la palabra esclavo la discutiría un poco, pero hay algo de eso; desde que empecé a militar hasta el día de la fecha siempre estuve a disposición de un proyecto. Por eso digo que cambiaría la palabra ‘esclavo’ por ‘ponerse a disposición’ o ‘al hombro’, pero siempre desde nuestros sueños, desde el día a día, desde nuestros valores, desde nuestros proyectos de vida, que estuvieron vinculados no a la suerte individual de uno, sino a un proyecto colectivo. Hemos tenido el desafío de un ‘vamos por todo’ en el período 2011-2015, de seguir avanzando en conquistas de derechos para todxs lxs Argentinxs. Después, el proyecto colectivo del 2015 a 2019 era resistir y volver, pero siempre nuestros sueños, nuestro día a día, nuestras expectativas estuvieron en función de esa causa. Por eso digo que el rol de los militantes en sí es el de sujetos a disposición de un colectivo; y que ya sea sus sueños, sus éxitos, sus frustraciones, sus decepciones, van a estar en sintonía con lo que suceda con este colectivo.
Esto lo hablaba con otros militantes en el 2015, nosotros decíamos que no podíamos ser felices -más allá de cómo nos iba en lo individual- si gobernaba el neoliberalismo, entonces me parece que eso es la militancia, un sujeto que queda alineado a un destino colectivo. Muchos dirán ‘que horror esto’, pero es maravilloso porque implica un sentido de pertenencia muy fuerte en una sociedad cada vez más individualista; implica que hay un espacio en común con el otro. Entonces también me parece que ese mensaje que dio CFK en un contexto político y social muy difícil -como fueron las inundaciones-, en La Plata: “La Patria es el Otro”, creo que refleja el sentir militante, como fue en su momento “La vida por Perón” de los compañeros de la resistencia de 1955 a 1973. No hay un Yo, somos un Nosotros.
Siguiendo con la cuestión de la militancia, y sobre tu trayectoria militante, ¿Cómo pensás -haciendo una especie de análisis propio- que fue tu desarrollo militante desde que empezaste hasta el día de hoy?
F: La militancia me llenó, principalmente, de valores y amigos. Me cambió la matriz de pensamiento individual que tenía a los 18 años cuando arranqué. Yo empiezo en 2011 en el Peronismo Militante de Tres de Febrero, ahí empecé a armar con 2 o 3 compañeros que conocí en mi primer año de Universidad. Éramos muy jóvenes y empezamos el sueño de armar una organización política. En ese momento no era tan importante lo territorial, pero sí sumarse a darle musculatura al gobierno de Cristina. Entonces segmentaría mi desarrollo militante en dos etapas: una de 2011 a 2015, que fue una etapa de mucha formación política e intelectual, de poder mamar el peronismo en su sentido doctrinario, ideológico. Etapa que demandaba principalmente poner el cuerpo para darle musculatura al gobierno de CFK y construir una generación de amigos unidos por el culto por el amor a la patria, pero también nuestro desafío generacional era formar cuadros políticos peronistas.
Después vendría la etapa 2015-2019, que fue una etapa donde me avoque más a la territorialidad, a ser resistencia, a no bajar las banderas de la organización, a seguir formando cuadros políticos peronistas y esa generación de amigos. En varios distritos le agregamos la participación de ese rearmado político del kirchnerismo que fue el germen de Unidad Ciudadana, que se materializó en las elecciones legislativas del año 2017. También a partir del 2015, por lo menos uno de mis desafíos, fue poder ser parte de una renovación dirigencial del peronismo en Tres de Febrero, con Juan Debandi a la cabeza y varias generaciones de compañeros y compañeras de las organizaciones nacionales. Ahí empezamos un proceso de territorialización para el rearmado político del peronismo que había perdido a nivel nacional, provincial y distrital.
¿Hubo algún momento o hito de esas etapas que a vos te marcaron, que generaron un quiebre en la forma de comprender la política o sentirse parte?
F: Creo que hay dos hechos que son para mí muy importantes: En primer lugar, en abril del 2012 la expropiación de YPF para mí fue un antes y un después, un reafirmar de que era por acá. Nosotros como militantes tenemos fe imperturbable en la conducción, eso lo tenemos naturalmente y más en esta organización en la que siempre ratificamos la conducción estratégica de CFK; pero cuando existe algún hito que te reafirma esa fe, el compromiso y los niveles de conciencia se elevan. Ese hito fue muy fuerte, porque me acuerdo que en la etapa en la que no estaba tan consustanciado con el proyecto político era una de las cosas que decía: no puede ser que YPF esté en manos privadas. Me acuerdo que fue un día de mucha satisfacción militante. El segundo hecho muy importante fue el 13 de abril de 2016 en Comorodo Py, el día en que aparentemente estaba la decisión política y judicial de meter presa a Cristina por la causa armada del dólar futuro. Ese aluvión zoológico de más de 100.000 personas en la puerta de Comodoro Py un día de semana a las 9 am fue increíble. Fueron momentos donde decís “estamos donde tenemos que estar y estoy donde tengo que estar, es por acá”. Uno lo venía predicando, pero esos son momentos bisagra, son los momentos políticos más fuertes que me tocaron vivir.
Volviendo a la organización Peronismo Militante, ¿Cómo la podés describir? ¿Cómo podés caracterizar a la orga?
Somos una organización política que busca formar cuadros políticos y desplegarlos en el territorio. Entendemos principalmente que lo que buscamos es conformar una generación de amigos unidos en el culto por el amor a la Patria. Esto habla también de un grupo de jóvenes formados por y para un proyecto de Liberación Nacional.
La organización es pura y doctrinariamente peronista, 100% leal a Cristina Fernández de Kirchner como conductora estratégica del Movimiento. Una organización que siempre estuvo donde tenía que estar, desde el 2003 bancando a Néstor Kirchner y el 11 de diciembre de 2015 “ratificamos la conducción de Cristina Fernández de Kirchner”. En 2017 bancando y siendo parte importante del armado de Unidad Ciudadana y ahora militando al gobierno del Todos, con Alberto y Cristina.
Para seguir en esta cuestión de la organización, ¿Qué signos o símbolos distintivos pensás que tiene la organización en comparación a otras? ¿Por dónde va la línea de trabajo?
Bueno, nosotros tenemos –en esto tomo al Gallego Fernández, Secretario General de la Organización- un partido, un movimiento y un frente. El partido es el Partido Justicialista, que es la herramienta electoral. Como peronista se puede estar o no estar de acuerdo a las épocas, pero sabemos que indefectiblemente cada dos años se utiliza la herramienta. Después tenemos el Movimiento Nacional Justicialista que tiene que ver con todo el sentir peronista, toda la gente que se siente y considera peronista. Todo ese movimiento que va desde gremios, sindicatos, organizaciones libres del pueblo, barriadas populares, vecinos, empresarios, industriales, comerciantes, todo forma parte de ese movimiento. Después por último tenemos al Frente, con la coalición política de distintos partidos o espacios que se unen para un fin electoral o gubernamental. Aclarando esto, la Organización Nacional Peronismo Militante se arma y se organiza desde el Movimiento Nacional Justicialista buscando ser una organización libre del pueblo que forme doctrinariamente y organice a sujetos individuales y colectivos. Lo que buscamos particularmente dentro del movimiento es tener una organización doctrinaria netamente peronista y volcada al proyecto nacional y popular que encabeza y conduce Cristina Fernández de Kirchner.
Entonces ¿Cuál es nuestra característica distintiva con respeto al resto de las organizaciones? Que nosotrxs construimos dentro del Movimiento Nacional Justicialista, que militamos por la Liberación Nacional y por lo tanto lo que acumulamos, lo que organizamos, lo ponemos a disposición de la conducción estratégica reforzando la identidad peronista. Por eso además de la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política, incorporamos las banderas del Nacionalismo Cultural y la Unidad Latinoamericana. Nacionalismo Cultural como defensa de nuestro pensamiento nacional, de nuestros orígenes, de nuestro acervo cultural y tradiciones. Unidad Latinoamericana como proyecto en común, de defensa frente al imperialismo y como objetivo en común para lograr la liberación de nuestra nación continental.

Siguiendo con la cuestión de la orga y relacionándolo con la coyuntura ¿Cuáles son las líneas a profundizar que tiene la organización en este contexto según tu criterio?
Hoy por hoy, hay que seguir dando una disputa simbólica e ideológica sobre: ¿Qué es el peronismo? ¿Hacia dónde hay que ir? Seguir formando cuadros peronistas. Me parece que hay que tener en cuenta que hay muchos lugares que penetrar porque la batalla, como dijimos, es cultural: nosotros somos una organización de combate ideológico. Lo mismo está pasando con el sentido del peronismo: muchas personas terminan diciendo “soy peronista” y de peronistas no tienen nada. Me parece que hay una cuestión de disputa de sentido en todas las áreas, y que nosotros tenemos que formar cuadros políticos para dar esa disputa. Porque hay un combate cultural que estamos perdiendo y ese tiene que ser el desafío de la organización: seguir sumando, organizando y profundizando los distintos niveles de debate en sindicatos, universidades, barriadas, centros de estudiantes, centro de jubilados, etc. Tenemos que seguir formando esos cuadros y vincularlos a todos los territorios, ya que hay diferentes territorios de disputa ideológica y es ahí donde hay que seguir profundizando.
¿Cuántas organizaciones levantan esa contradicción principal de la que siempre habla Peronismo Militante y desde la que surge la Doctrina Justicialista? Y, en cuanto al concepto de la Liberación de la Patria, ¿Ves alguna carencia en algunos espacios de nombrar esa disputa que tenemos?
Hay una realidad, en esta cuestión de partido, movimiento y frente puede haber de todo. Distintos espacios que levanten distintas banderas. Ahora bien, yo creo que quienes nos consideramos peronistas tenemos que levantar la contradicción principal. Para mí, la contradicción sigue siendo liberación o dependencia. Esto no implica que no se puedan levantar otras banderas o luchas, pero el ordenador tiene que seguir siendo Patria o Colonia.
Yo entiendo que la última elección reflejó eso en parte, entonces me parece que el ordenador de la construcción para los movimientos peronistas tiene que ser ese. Obviamente, van a haber otras expresiones que podemos compartir o no. Esto tiene más que ver con la cuestión del Frente. Pero el Movimiento Peronista tiene que sostener que la contradicción principal sigue siendo Patria o Colonia, para no perder el eje. La disputa sigue siendo la misma desde aquel germen que fue en la elección del ’46 con la antinomia Braden o Perón. Esa disputa sigue siendo la misma, solo van cambiando los actores.
Trasladando esta cuestión coyuntural al gobierno argentino, ¿Cómo analizas el contexto en el que se encuentra la nueva gestión y como se está moviendo?
Ya era un gobierno complicado desde el 10 de diciembre. (Si bien fue un día maravilloso y podríamos marcarlo como un hito el volver). Me parece que estos contextos son difíciles de evaluar. A veces veo que hay muchos “opinólogos” de la etapa y la verdad que contextos como este, tan trascendentales, no se pueden evaluar en el momento. Me parece a mí que como pasa con las guerras y las grandes catástrofes, vamos a poder evaluar el proceso con más integralidad un poco más adelante.
Lo más importante que debemos hacer es conservar la unidad del Frente y apoyar a este gobierno. Se vio claramente la embestida mediática, feroz y organizada, por los dueños de todo; aquellos que no quieren pagar el impuesto a las grandes fortunas; los que levantan la bandera de Vicentín, una empresa que le robo al pueblo argentino, vinculada totalmente con la corrupción del macrismo. Entonces, creo que no hay que dudar; no podemos perder la fe en la conducción, ni la mirada sobre quienes están enfrente, que es, una vez más el mismo actor, el cipayaje organizado.
Considero que, más que nunca, hay que mantener la unidad y apoyar al gobierno nacional de Alberto y Cristina. Por último, estoy convencido de que hay que ampliar la base de sustentación del Frente de Todos, porque la post pandemia va a ser dura para nuestro pueblo y se va a necesitar un gobierno fuerte, con apoyo político y con el movimiento nacional justicialista alineado con gobernadores, intendentes, sindicatos y todas las organizaciones libres del pueblo.
Hablabas un poco de la post pandemia… Si bien es un poco hacer futurología, ¿Cómo te imaginas ese escenario? O, viendo cómo se están dando las cosas, ¿Cuáles pensás que son las dificultades que va a tener el gobierno? ¿Hacia dónde va a tener que concentrar sus acciones y sus medidas? En ese sentido, ¿Cuál es la lectura que haces de lo que viene?
Es un contexto anormal, pero también creo que este es un pueblo que ha salido de las crisis. Tenemos todo para volver a hacerlo. Lo que sí, necesitamos avanzar en determinadas medidas y direcciones. No se puede sin conservar la unidad política. No se puede con un gobierno débil. No se puede con un peronismo desunido. Tenemos que mantener la alianza del Frente de Todos, y considero que hay que ampliar más todavía la base de sustentación de ese espacio. El desafío que tenemos en si mismo es poder tener la soberanía y la independencia política para poder decidir y poder hacer lo que haya que hacer. Por eso, es importante la resolución que obtengamos en relación al cierre de la renegociación de la deuda. Llegar a un buen acuerdo, como puede ser el de postergar su pago los próximos 4 años, nos permitirá disponer de más recursos para dinamizar la economía y levantar el consumo. Según fuentes oficiales del gobierno, la caída del PBI será de un 10%, por ende, vamos a necesitar con mayor rapidez medidas heterodoxas y un estado presente que impulse programas que promuevan el desarrollo nacional. Considero que, además, debemos empezar a tener una mirada estratégica y a largo plazo sobre los recursos del Estado. Empezar a pensar, por ejemplo, en la descentralización de la zona del AMBA que es una clara muestra de la crisis que tenemos de infraestructura en Argentina por la concentración de alrededor de 15 millones de personas en un área tan chica.
Tenemos un país con todas las condiciones, pero necesitamos una dirigencia unida y poder lograr el apoyo popular suficiente, para avanzar en lo que hay que avanzar. Ese es el desafío que vamos a tener las organizaciones libres del pueblo. Por eso tenemos que seguir organizando, dando la batalla cultural para que sigan apoyando a este gobierno. El año pasado ganamos con el 48% de los votos nacionales, yo creo que el año que viene tenemos que tener mayor porcentaje de adherentes.
En base a lo que venís diciendo, ¿Podrías profundizar acerca del rol de la militancia, de las organizaciones en general, y en lo particular del Peronismo Militante, en este contexto y para la post pandemia?
Nosotros somos militantes peronistas, nos duele el pibe que no come, nos duele el jubilado que no llega a fin de mes, nos duele el trabajador que se queda sin laburo. Poner el hombro, eso es lo primero. El militante político tiene que poner el hombro, siempre. Y así ocurre con la cantidad de centenares de compañeros y compañeras que no tienen un mango y sacan su olla y arman una olla popular. En el germen del movimiento nacional justicialista está eso. Porque “la Patria es el Otro”, siempre, volviendo a la frase de nuestra conductora Cristina Fernández de Kirchner.
Además de poner el hombro, también tenemos que formarnos incansablemente. La Argentina necesita nuevas ideas, la Argentina necesita dirigentes que puedan interpretar un plan estratégico y llevarlo a cabo en el campo táctico; eso se logra con conocimiento. Vamos a necesitar una dirigencia que esté a la altura de los desafíos del siglo XXI, que se puso bastante más tormentoso de lo que venía. La realidad es que hay que tener una mirada integral de nuestra historia, hay muchas cosas de lo que hay que hacer que ya están escritas, que ya se hicieron. Y también, la capacidad de comprender el escenario internacional, porque nosotros nos movemos también de acuerdo a lo que ocurra en la política internacional, que podríamos decir que, en sí, es la verdadera política; lo demás es cabotaje. Entonces me parece que nosotros tenemos que, además de poner el pecho, tener un entendimiento de nuestra historia, entender el por qué de muchas cosas: cuál es nuestra matriz productiva, por qué no pudimos crecer con eso, por qué se desaceleró el crecimiento, cuál es nuestro potencial como país, además de comprender nuestra cadena histórica de conocimiento, nuestra línea histórica; tener una buena mirada como cuadros políticos de la política internacional.
Entonces yo creo que son esas dos facetas, el conocimiento y la faceta social, son los desafíos que tenemos generacionalmente, hoy por hoy, como militantes políticos peronistas y de Peronismo Militante.
En el marco del Frente de Todos en Tres de Febrero, ¿Cuáles son las acciones que vienen llevando a cabo y cómo ves la situación del distrito frente a la pandemia? ¿Cuáles son las falencias que tiene la administración de Valenzuela?
Lamentablemente el año pasado no pudimos ganar las elecciones del Frente de Todos, pero hicimos una gran elección con el compañero Juan Debandi como candidato a Intendente. Perdimos por muy poquito, fueron 6000, 7000 votos, si no me equivoco. Eso refleja que hay más de un 50% de la población que decidió no votar a este gobierno municipal que fue parte y cómplice total de los 4 años de descalabro económico y social que tuvo la Argentina. Es clave aclarar eso, Valenzuela no es Tres de Febrero, Valenzuela es Cambiemos. No tenemos a un vecinalista, como se muestra en afiches y redes sociales, tenemos a un títere de las corporaciones, tenemos de Intendente a un representante de la antipatria.
Después, obviamente que en este contexto es complicado analizar un montón de cosas, pero en el plano local estoy convencido de que tenemos que seguir profundizando la alternativa. Creo que hay un montón de compañeros y compañeras, principalmente lxs 10 compañerxs del bloque de Concejales que se mantiene unido, que están trabajando codo a codo en pos de marcar los errores políticos al ejecutivo municipal y proponer soluciones para lxs vecinxs de Tres de Febrero. Como digo, acá el desafío que tenemos es generar una alternativa política que realmente pueda escuchar al vecino y a la vecina. Tenemos un municipio que no les abre las puertas a los vecinos, que no le abre las puertas a representantes de instituciones, tenemos un municipio que no escucha a los comerciantes. Tenemos un municipio que por momentos cuestiona al gobierno provincial por la pandemia, que por otros momentos zigzaguea. Me parece que el pueblo de Tres de Febrero se merece una alternativa mucho más cercana, un municipio mucho más presente, mucho más participativo y con mucha más sensibilidad que el que hoy tenemos.
Con Juan Debandi principalmente, y varios compañeros y compañeras más, estamos formando un espacio colectivo que pueda ser de verdad representativo de la etapa política y de los intereses de la comunidad.
¿Querés compartir alguna reflexión final?
Creo que los tiempos van cambiando pero hay un devenir histórico y un mandato que siguen iguales. En este caso quiero hablar como militante representativo de la Juventud Peronista. Hay distintas etapas que le tocaron a las distintas generaciones de jóvenes. Desde el primer peronismo, segundo peronismo, resistencia, dictadura cívico-militar, la vuelta a la democracia, el menemismo, hasta el gobierno de Néstor y Cristina, el macrismo y el gobierno de Alberto y Cristina. Siempre preservamos el mismo mandato histórico: soñar con la Patria libre, justa y soberana. Creo que los contextos pueden ir cambiando, cambian algunas discusiones coyunturales; pero no tenemos que cambiar nuestro origen. Tenemos que poner nuestro esfuerzo individual en un objetivo colectivo que vaya en miras de esto. Hoy con la conducción de Cristina Fernández de Kirchner, en otra época fue con el general Perón, en otra época sin conducción, lo cual nos hizo mucho más difícil encontrar y visibilizar ese objetivo.
Que la lucha de las gestas sanmartinianas, la defensa de la soberanía nacional por parte de Juan Manuel de Rosas, el espíritu de los caudillos federales, el aluvión zoológico del 17 de octubre de 1945, Evita hablándole a sus descamisados, la vida por Perón de aquella JP de la resistencia, el luche y vuelve, los 30.000 compañeros desaparecidos... Que todas estas luchas sirvan como motor para no aflojar y estar a la altura como generación política, como estuvieron muchos compatriotas militantes del Proyecto Nacional y Popular.
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